Un cuarto de siglo mejorando la atención y la calidad de vida de cientos de personas bien merece un reconocimiento y la jornada de ayer será especialmente recordada por los usuarios y los trabajadores de la residencia para personas con discapacidad psíquica gravemente afectadas ‘Zaytum’.
Para celebrar esta efeméride se distinguieron con una placa conmemorativa a los ocho trabajadores del centro que llevan 25 años trabajando en el ‘Zaytum’ (Antes CAMP), así como a los 16 residentes que reciben asistencia desde al puesta en marcha de esta entidad. La programación de actividades culminó con la representación de la obra de teatro musical ‘El buque de los sueños’, a cargo de las personas residentes en el centro, y basada en la película Titanic. Precisamente, Hilario Calero, uno de los residentes más antiguos del centro fue uno de los protagonistas. Su hermano José señaló lo que supuso en su día contar con un centro de estas características para el cuidado de Hilario y lo contentos que están en la familia con la atención y cuidados que recibe. Amalia fue la otra protagonista de la representación teatral y, junto a sus compañeras Estrella e Isabel, pasa muchos ratos en el taller de manualidades. A las tres les gusta mucho ir todo lo que aprenden y que muestran a sus compañeros decorando algunas dependencias del centro. Para finalizar, los asistentes disfrutaron del vídeo conmemorativo de los 25 años de vida de este centro residencial.
‘Con este acto hemos querido destacar la labor llevada a cabo por estos trabajadores pues su trabajo y capacidad de acción va más allá de los cuidados asistenciales, y dan dignidad a la vida de estas personas y hacen que su vida sea lo mejor posible’, señaló la delegada del Gobierno en Jaén, Ana Cobo, que mostró su agradecimiento, además, tanto a los usuarios como a sus familiares ‘por haber confiado en el Gobierno andaluz la atención a sus seres queridos en esta residencia pública’, dijo.
Una de las trabajadoras que recibió el homenaje por llevar en el centro 25 años fue Encarna López. Esta cuidadora recordó que comenzó en el centro siendo limpiadora y que los principios fueron difíciles hasta que lo fueron dotando de todo lo necesario. «Siempre hemos intentado mejorar la calidad de vida de todos ellos. Lo mejor de trabajar con ellos es que son muy agradecidos», apuntó la cuidadora.
El centro tiene 61 plazas en régimen de residencia, de las que están ocupadas en la actualidad 58. Además, cuenta con otras 15 de estancia diurna. La directora del ‘Zaitum’ es María José López-Obregón. Para ella, el trabajo que se realiza en el centro se ha ido mejorando con el paso de los años. «Ha cambiado la orientación. Antes sólo nos ocupábamos de lo que a la persona le pasaba médicamente. Ahora también intentamos dar respuesta a lo que la persona necesita», explicó. Y es que a raíz de la ‘Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo’, suscrito en Nueva York el 13 de diciembre de 2006, y que España adoptó en 2007, el trabajo en este tipo de centros evolucionó. «El modelo de atención va cambiando y orientado a la Normativa», subrayó.
Es decir, en la atención a las personas con altas necesidades de apoyo valoran las necesidades que tienen cada uno de los usuarios: sus gustos y preferencias y, a partir de ahí, un equipo técnico trabaja con cada uno de ellos a través de un plan personalizado.
El centro cuenta con 7.000 metros cuadrados. Dispone de amplias zonas verdes y cuenta con un edificio de dos plantas, en las que se distribuyen recepción, despachos, sala de visitas, Enfermería, Fisioterapia, salas para la realización de talleres para la promoción de destrezas y habilidades, estimulación multisensorial, psicomotricidad, musicoterapia, informática y audiovisuales.
El centro cuenta con programas de actuación a nivel individual, así como atención sanitaria, fisioterapia, modificación de conducta y terapia ocupacional, que se complementan con programas a nivel grupal de ocio y tiempo libre y de actuación con las familias. Jéssica Soto. IDEAL.
